Por Jairo Sanchez
Las llegadas de los jugadores extranjeros en los últimos años no han sido tan buenas. Son muy pocas la excepciones que hay con respecto a jugadores del exterior que vinieron a aportar y no a cobrar. Por dar un par de ejemplos, Ceppelini, el Turro Olivera y el Pirata Barcos, de resto todos han sido un desastre.
El último jugador de afuera que llegó a Nacional a pasear y estar de fiesta fue Francisco Da Costa. El delantero brasilero ni siquiera llegó a cumplir su contrato de un año y a los seis meses renunció. El jugador se estrelló en su camioneta, estuvo lesionado no marcó goles y cobró mucho dinero.
No obstante, pasaron por Nacional jugadores peores. Uno de ellos y que fue fichaje del polémico Juan Manuel Lillo es el jugador Gorka Elustondo. El español llegó a Nacional del Bilbao, pero si jugó dos partidos fue mucho. Cobró un suelazo y apenas pudo se fue del equipo sin decir nada.
Los otros dos fueron incorporaciones de Jorge Almirón que hoy dirige a Boca Juniors. Uno de ellos fue Rafael Delgado, un lateral izquierdo que conoció más las discotecas y el centro médico de Guarne que el mismo Atanasio Girardot, fue un jugador que club compró y nunca recuperó esa inversión.
Fernando Monetti, portero que llegó de Lanús a reemplazar a Franco Armani fue una vergüenza total, regaló una final contra Tolima y eliminaciones en Libertadores y Suramericana. Además, su pase costó una gran cantidad de dinero que dejó con déficit al equipo.
30/04/2024
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